Nuestra pequeña isla en el centro del mar Mediterráneo ha sido un enclave codiciado por muchas culturas diferentes, por lo que siglos atrás se necesitaban de puntos de vigilancia para proteger las costas.
Incluso las iglesias están construidas en puntos altos porque servían de refugio en caso de ataque a las poblaciones...
Hoy te guiamos de Norte a Sur para que conozcas las 7 torres de defensa de Ibiza que deberías visitar.
Es la que se encuentra más al norte de la isla, se alza en un acantilado de 45 metros y en su día contaba con un puerto natural que ahora es el Port de Portinatx.
Esta torre de defensa data concretamente de 1763, consta de 2 plantas y la puerta originalmente estaba en la segunda (accesible con una escalera); su función era únicamente de observación del mar en busca de navíos enemigos.
Para llegar tienes que seguir el Camí de Sa Torre desde la carretera que va a S'Arenal Petit de Portinatx. Aunque es transitable en coche, encontrarás el límite al llegar a unos hoteles, pero tras una breve caminata podrás llegar a tu destino.
¡Descubre el resto de sus particularidades visitándola!
La Torre d'en Valls vigilaba la zona de Tagomago, y es la que se encuentra más al este de Ibiza.
Aunque data de 1763, lo que se puede ver hoy en día es una reconstrucción realizada en los años 80, ya que por desgracia explotó su reserva de pólvora y quedó completamente destruida.
En este caso estaba custodiada por dos torreros y dotada con dos cañones (lo que explicaría su reserva de pólvora).
Es fácilmente accesible en coche a través de un camino entre Canal d'en Martí y Cala Boix
También se la llama Torre de Sant Miquel o de Balansat, y está elevada 95 metros sobre el mar, en un espectacular acantilado.
Esta gigantesca construcción consta de 3 plantas y se puede subir hasta la azotea, ya que por su interés turístico se habilitó así: estamos seguros de que los torreros hubieran agradecido no tener que subir por una cuerda cada turno.
Si decides visitarla después de una caminata por Es Pas de S'Illa o Caló des Moltons, podrás disfrutar de las vistas a s'Illa Murada y s'Illa des Pas.
También puedes encontrarla como Torre de Comte por su ubicación (entre Cala Bassa y Cala Comte).
Era la principal línea de vigilancia y defensa del puerto de San Antonio, y encargada de controlar los islotes des Bosc, s'Espartar y Sa cunillera. Por su enorme volumen era una de las más importantes de su clase.
Esta torre de defensa data de 1763 y aunque se habilitó como vivienda (como en otros casos) aún permanece prácticamente inalterada, eso sí, de propiedad privada.
Aún y así, puedes visitarla dando un paseo de 20 minutos o 2 kilómetros desde cualquiera de las dos playas entre las que se encuentra.
Este nombre seguro que te suena, o Torre del Pirata, o des Cap des Jueu... Porque es una de las más visitadas de la isla.
Su popularidad se debe a su ubicación mágica justo delante de Es Vedrà y Es Vedranell, islotes que se encargaba de vigilar.
Estaba planteada como torre de artillería, pero no llegó a estar armada nunca, por lo que se limitaba solo a observar desde el año de finalización en 1756.
La visita al interior está limitada por unos horarios, aunque esta información podría variar a lo largo del tiempo. También es una de las que tienen el peor acceso, y para la que no hay un camino decidido.
Esta torre de defensa se encuentra en el extremo sur de Platja d'en Bossa, y es una de las más antiguas de la isla (siglo XVI).
Se construyó para proteger al personal que trabajaba en Las Salinas, por lo que es algo diferente de las demás: servía como refugio para entre 150 y 200 personas entre sus dos plantas.
Sufrió modificaciones en el siglo XVIII para adaptarla a los nuevos sistemas defensivos de la isla, y estuvo custodiada hasta 1867.
Al ser propiedad del Consell Insular está restaurada y en perfectas condiciones, y acoge visitantes durante los meses de verano.
Situada en el extremo sur de Ibiza, se encargaba de vigilar las aguas entre las dos islas Pitiusas, de ahí su nombre: es la puerta de entrada y salida para todo aquel que quiera ir de la isla mayor a la menor.
En este caso contaba con tres cañones que podían disparar a los barcos enemigos, además de servir como torre de vigilancia y aviso a la población.
Se encuentra entre las playas de Es Cavallet y Ses Salines, en pleno Parque Natural de Ses Salines, y es recomendable equiparse con calzado cómodo y evitar las horas de calor.
Desde Blue Ocean esperamos que disfrutes de esta parte de nuestra historia que aún se yergue orgullosamente en nuestras costas.
Las vistas desde el mar hacia las torres también te permitirán hacerte una idea de la increíble altura a la que se encuentran.
Si te animas, estaremos encantados de proporcionarte un barco de alquiler a tu medida.
¡Feliz aventura!